Se escuchan relatos sobre lugares físicos reales e imaginarios, sobre caballos trenzados y rituales para poder conocer a los duendes y su territorio.
La tradición ha ido evolucionando de un duende 'malo' hacia un duende 'bueno' interesado en cuidar al medio ambiente, que busca mantener el balance entre la vegetación, los animales y demás habitantes del bosque, y sus visitantes (humanos).
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Poema-Afiche de mi tío Alfredo |
Ilustración de Carole Landau (Casa de Duendes) |
Esta tradición se traduce en un deseo por conservar el terreno familiar durante muchas generaciones pasadas y a seguir. Es un tema de conversación, entretenimiento y disfrute que une a todas las generaciones. Además ha dado para creación de poemas y cuentos, pasando por demarcación de senderos y lugares en su honor y con su nombre, hasta la planeación de un Parque de Recreaciones
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